Sé feliz compartiendo con tus amigos

Una de los tipos de relaciones humanas que generan más momentos de felicidad, es la que surge de la amistad.

Dice el filósofo romano Cicerón en su libro Laelius, sobre la amistad, que, “Si una persona subiera al cielo y mirara la naturaleza del mundo y la belleza de las constelaciones, esta vista maravillosa carecería de interés para ella, pero estaría sumamente agradecida, si solo tuviera a alguien a quien pudiera contárselo”.

Sé feliz compartiendo con tus amigos

Es decir, podemos percibir y disfrutar la belleza de un paisaje, pero al mismo tiempo sentimos el impulso de comunicar esta belleza a otra persona. 

Caminar juntos por un hermoso terreno aumenta la felicidad, puesto que el ser humano desea compartir este sentimiento; si lo guardo solo para mí, pierde la gracia.

A veces, basta mostrarle al otro el resplandor del sol en el bosque otoñal, o cómo sobresale una cima detrás de las nubes. 

Los amigos miran, entonces, en la misma dirección sin decir una palabra, y manifiestan admiración por lo que están viendo.

En otras ocasiones, nos sentimos movidos a poner en palabras lo que vemos. El hecho de buscar las palabras adecuadas, junto a la otra persona, profundiza la vivencia, y, poder compartirla, hace bien a los dos. 

Y así irás creciendo como persona, junto con tus amigos, porque cuando tu crecimiento personal es verdadero tus amigos crecen contigo.

¿Cómo logro ser feliz compartiendo con mis amigos?

  • Cada día, al amanecer, levántate decidido a crecer junto con ellos, esas personas a las que, a pesar de no ser tu familia de sangre, las valoras y amas como parte integral de tu vida, convencido de que tú eres y vales por tu unión con ellos. 
  • Nunca pretendas ir por la vida pensando que puedes crecer y ser feliz tú solo, que te bastas a ti mismo para todo, que no necesitas de los demás ni de tus amigos.
  • Empieza por querer amar a tus amigos, amarlos tal cual son, porque cada ser humano es un mundo sorprendente y desconcertante de cualidades y debilidades, de gestos admirables y de manías muy personales, de luces y de sombras, de riqueza humana y espiritual y de limitaciones y fallas, unas por razón propia y otras por herencia o ambiente.
  • Crece con tus amigos y acéptalos como son, porque son seres humanos concretos, de carne y hueso como tú, y son ellos quienes te ayudarán, tal vez sin saberlo, a que crezcas como ser humano y tú los ayudarás a ellos.
  • Observa a tus amigos desde tu corazón: con amor, arrojando lejos de ti los prejuicios y antipatías, convencido de que cada uno de ellos tiene algo que darte y enseñarte y tú a ellos.
  • Mantén con todos una actitud positiva, acércate a ellos con el corazón abierto, con una mentalidad amplia y receptiva, decidido a dar y a saber recibir.
  • Esfuérzate en fijarte siempre en todo lo bueno, noble y positivo que tienen tus amigos, para hacerlo tuyo.

Sigue estos tips y verás como la felicidad entra y permanece en tu vida. 

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