La infelicidad es parte del camino a la felicidad

Cada persona aspira a ser feliz; sin embargo, entre más se esfuerce por ser feliz a toda costa, menos lo será.  Esto ya lo sabía el filósofo chino Chiang-Tzu, quien dijo: “La felicidad consiste en la ausencia del deseo de ser feliz”.

Soy feliz en el momento en que estoy en consonancia con mi persona, en el que puedo olvidarme de mí mismo. En este momento, no aspiro a nada, simplemente estoy ahí, me libero de todas las obligaciones y de todas las presiones relacionadas con aquello que debo lograr. 

La infelicidad es parte del camino a la felicidad

Hoy en día hay muchos libros sobre la felicidad pero, al mismo tiempo, se tiene la impresión de que las personas nunca habían sido tan infelices como en nuestro tiempo.

El filósofo sociólogo americano Eric Holfer se encuentra bastante cerca del antiguo sabio Chino Chiang-Tzu, cuando afirma que la causa de tanta infelicidad es la exagerada búsqueda de la felicidad. “La búsqueda de la felicidad es una de las principales causas de infelicidad”.

Muchos piensan que la felicidad puede ser creada o que puede encontrarse en algún sitio, en un bonito viaje, durante un fin de semana dedicado al “wellness”, o en éxito deportivo o profesional.

Entonces empezamos a sentir sensaciones desagradables que nos causan los invasores de nuestra vida, tales como el abatimiento, la pérdida de iniciativa, la indiferencia, la inconstancia emocional, la pérdida de afectos, la soledad.

Y la felicidad que creímos haber alcanzado se esfuma, poco a poco, casi sin darnos cuenta, nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestra alma lo sienten y lo manifiestan. 

La búsqueda permanente del placer y de la felicidad solo trae desilusión.

Por lo tanto, la búsqueda permanente de la felicidad y el ansia de la alegría deben ser siempre mesurados, porque debemos contar con el hecho de que en el camino hacia la salud, experimentaremos la enfermedad, en el camino hacia la felicidad, la infelicidad y en el camino hacia la alegría, la tristeza.  

Sin embargo, no debemos buscar la felicidad en un lugar diferente a nosotros mismos, porque ella ya está dentro de nosotros, solo tenemos que mirar en nuestro interior y descubrir allí la riqueza de nuestra alma.

Entonces, ¿De qué depende la felicidad?

La felicidad es independiente, de todo lo externo, de tu cuerpo, de tu ropa, de tus relaciones, de tus posesiones, de tu trabajo, de tus hobbies, de tus deportes, de tus comidas preferidas, de qué tan exitoso seas.

Pero sí depende de nuestro ser interior, de nuestra alma, de reconocer las sensaciones o emociones que nos produce lo que pensamos, de saber que nada permanece eternamente, que todo tiene un principio y un final.

Al estar consciente de esto, viviremos el momento presente, sin quejas por el pasado ni dudas o ansiedad por el futuro, agradeciendo lo que tenemos, lo que sentimos y lo que vivimos.

La felicidad está dentro de nosotros, cuando nos aceptamos, cuando estamos agradecidos por nuestra vida y por las miles de pequeñeces que recibimos a diario como regalo.

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