Encuentra tu felicidad en la tranquilidad

¿Quién no desea encontrar tranquilidad y ser feliz?

Encuentra tu felicidad en la tranquilidad
En nuestro agitado mundo, todas las personas desean tener paz. Sin embargo, muchos no la encuentran porque no tienen la capacidad de relajarse.

Cuando hay tranquilidad a su alrededor, se ponen realmente nerviosos, temen encontrarse con su propia verdad y esto los llena de ansiedad. Entonces, prefieren huir de ellos mismos y volcarse en el estrés de cada día

Jesús dice: “La verdad los hará libres” (Jn, 8, 32). También podríamos traducirlo así: “Solo quien se atreve a confrontar su verdad hallará paz y felicidad”. La paz y la felicidad comienzan en nuestro interior

“La tranquilidad del alma significa también tranquilidad en todo el cuerpo”, dice el rabí Halozki. Cuando el alma no encuentra tranquilidad, tampoco la encuentra el cuerpo, incluso si éste se encuentra en total pasividad.

Quien está permanentemente en movimiento impide que su alma se tranquilice, pues es necesario manifestar, externamente, tranquilidad para que el alma también pueda encontrarla.

La razón de la intranquilidad y de la infelicidad es que trabajamos en exceso y que, muchas veces nos tratamos mal a nosotros mismos, que constantemente nos ponemos bajo presión

Por ejemplo, existen pensionados que aún viven angustiados, porque creen que tienen que hacer esto o aquello y al mediodía tienen cargo de conciencia porque piensan que han hecho muy poco. Igualmente, alguien se obliga a hacer esta o aquella actividad en diez minutos.

Visto desde fuera y con objetividad, muchas veces la presión no existe, ¡la hemos creado nosotros mismos!

Quien ejerce presión sobre si mismo continuamente nunca tendrá paz y mucho menos felicidad, porque tan pronto percibe tranquilidad a su alrededor, surgen en él nuevas ideas y piensa que ahora tiene que resolver esto o aquello.

La mejor forma de alcanzar tranquilidad interior y momentos de felicidad consiste en deshacerse de la presión que ejercemos sobre nosotros mismos. 

Es preciso estar en contacto con nosotros mismos, pero debemos tener claro que no se trata de una presión exterior o ejercida por nosotros mismos. 

Entre más permanezcamos con nosotros mismos, entre más contacto tengamos con nuestro ser, menos presión habrá sobre nosotros.

Quien está consigo mismo percibe su ser y no necesita presionarse para que esto suceda, todo lo que haga fluirá desde su interior y, de esta forma, su actividad surgirá de la tranquilidad y, a su vez, producirá tranquilidad.

Al mirar hacia adentro de nosotros mismos, encontraremos los caminos de nuestra vida y encenderemos de una vez las luces en nuestra oscuridad.

Dejaremos de impacientarnos desmesuradamente, de pensar interminablemente en el futuro y de trazarnos metas que, la mayoría de las veces no logramos concretar, lo cual nos causa desánimo, intranquilidad e infelicidad.

Así para encontrar la felicidad en la tranquilidad debemos buscar la sencillez y la simplicidad en las cosas, vivir el presente, sin preocuparnos ni atormentarnos.

Y siguiendo a Gandhi podemos asegurar que, para la paz, la tranquilidad y la felicidad, no existe un camino porque ellas son el camino.

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