Aprender a vivir feliz en medio de las dificultades

La felicidad es un estado del alma y de la mente que se manifiesta hacia nuestro exterior y se refleja en la forma como afrontamos nuestra vida.

Ser feliz implica tranquilidad, paz, aceptar las cosas o situaciones que no podemos controlar y mejorar las que sí.

Aprender a vivir feliz en medio de las dificultades

No es un secreto que día a día surgen nuevas situaciones que nos hacen difícil vivir y aceptar la vida con felicidad, sin embargo, podemos actuar en consecuencia y procurarnos momentos de felicidad cuando pareciera que todo va mal.

Carmen no oyó el despertador; al comprobar la hora, se angustió un poco, y entonces pensó: de todas  maneras, tengo que llegar a tiempo. 

Ella se había acostado muy tarde, dejando todo listo el día anterior; se había exigido demasiado y estaba tan cansada, que apenas vio la almohada, se quedó profundamente dormida.

Cuando despertó, tomó la decisión de afrontar el incidente con alegría, y como todo se hallaba en orden, no tuvo ningún tropiezo. 

Se arregló con suma rapidez y salió a buscar la forma de movilizarse; naturalmente, no tomó el transporte colectivo, sino un taxi, porque no tenía tiempo para llegar puntual a su destino.

El conductor, luego de saludarla, le preguntó cuál era el motivo de su alegría, y ella le contó que iba tarde, pero contenta porque había dormido lo suficiente como para sentirse muy bien. 

Es más, le dijo a conductor: “Dios, en su infinita sabiduría pensaría que era merecido descansar treinta minutos más. Él como Padre amoroso, está en todo”. 

Ante esto, el conductor sonrió y comentó: ¡Qué bueno aprender a vivir feliz, en medio de las dificultades!”.

Este breve relato nos muestra que el ser felices se trata, entre otras cosas, de una cuestión de actitud, de cómo accionas ante las dificultades

Es decir, de actuar con la libertad de tomar la decisión, mediante un momento de reflexión y claridad, de afrontar con alegría las situaciones complicadas o las dificultades que se presentan en nuestro día a día.

Para lograr la felicidad en las dificultades, debemos dejar de reaccionar, de actuar basados en el instinto o dando respuestas programadas en nuestra mente, porque al reaccionar, en el 98% de los casos, obtenemos resultados desastrosos que nos roban los instantes de felicidad.

Se trata de buscar el máximo control de nuestra mente y nuestras acciones así como de las emociones que podamos percibir, de tal forma que, cuando lleguen estos momentos difíciles, podamos ver el lado positivo y disfrutar de unos instantes de felicidad.

Es cierto que siempre habrá dificultades, que nunca faltará un motivo para vivir un duelo, que llegará un día en que el llanto por tristeza o frustración o rabia no lo podamos detener.

Se trata de hacernos conscientes de que podemos tomar la decisión de afrontar estas situaciones desde una óptica diferente, buscando su lado positivo.

Porque todo, absolutamente todo en nuestro mundo tiene una naturaleza dual, y nosotros debemos tener el poder de decidir si asumimos la positivo o lo negativo, la felicidad sobre la infelicidad. 

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